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sábado, 31 de mayo de 2025

Una oportunidad a la Paz.

No hemos aprendido nada, desde luego, como humanidad seguimos estando en la era de las cavernas, si me apuran todavía mucho más atrás que cuando vivíamos en cuevas, puesto que nuestra capacidad para hacernos daño es,  desde hace tiempo, planetaria. A día de hoy, están activos cincuenta y seis conflictos en diferentes partes del planeta, cifra que es la más elevada desde la finalización de la Segunda Guerra Mundial. En esta última guerra acabamos con cerca de sesenta millones de personas, y en los campos de Exterminio murieron más de cinco millones de judíos. En agosto de mil novecientos cuarenta y cinco, podíamos afirmar que habíamos tocado fondo como especie, y sin embargo, ochenta años después, el mundo está bastante cerca de una gran conflagración mundial, y puede que definitiva. 

La Guerra de Ucrania es quizás el conflicto más significativo de los últimos tiempos, y sí, es una guerra desigual, iniciada por la agresión de la Rusia de Putin a la región del Donbas. Ya en el año dos mil catorce, los rusos se hicieron con la península de Crimea, y el mundo no movió un dedo. No existe equiparación alguna entre los contendientes, el ejército ruso es más amplio, sus posibilidades son mayores, y además, su líder, no tiene prisa. Sin embargo, aún siendo un conflicto desigual, al menos hay dos ejércitos que luchan, el ya mencionado ruso, y los agredidos ucranianos, que se mantienen por el apoyo de Estados Unidos y de la Unión Europea. Es un conflicto terrible, en el corazón del viejo continente, y complejo de solucionar, puesto que apoyar más a los invadidos podría generar un conflicto de proporciones terribles. 

Sin embargo lo que de verdad es repugnante en la actualidad mundial, es el “genocidio” que los judíos del Estado de Israel, están llevando a cabo en la granja de Gaza. Y digo que es atroz porque no hay guerra, hay simplemente un exterminio de inocentes, ancianos, mujeres, hombres y niños inocentes. Cuidado, no justificamos aquí el terrorismo de Hamás, el ataque a los colonos judíos, y el secuestro de inocentes hebreos, nada justifica el terror. Pero, la respuesta del gobierno de Netanyahu está siendo terrorífica, desproporcionada y criminal, no buscan un final del conflicto, simplemente que no existan musulmanes en la franja de Gaza. Después de decidir dejar parte de su territorio, los gazatíes, han visto como poco a poco, los judíos, cada vez más ricos, mejor armados, con apoyos de gigantes económicos como Estados Unidos, han ido arrebatándoles sus tierras, apartándolos en una pequeña porción de tierra, rodeada de hostiles, y cada vez más mermada. En qué cabeza cabeza, que esto lo están perpetrando los judíos, el pueblo de Dios, que fue masacrado en los campos nazis. Por otro lado, parece ser que el grupo terrorista "Hamás", fue financiado en sus orígenes por el propio estado de Israel, en aquel momento, intentando mermar a la más poderosa Organización para la Liberación de Palestina. No habíamos tocado fondo en el cuarenta y cinco, y tampoco lo estamos haciendo ahora, seguiremos masacrando inocentes, niños, ancianos, etnias, pueblos, en nombre de intereses militares, religiosos, políticos y sobre todo, económicos. Qué hace la ONU, nada, nadie hace nada en nombre de los oprimidos, lo que verifica que somos un desastre de especie. La barbarie llega hasta el punto de no dejar entrar ayuda humanitaria a la franja, intentando matar de hambre a los musulmanes que resisten entre los cascotes de los que fue su vida. 

La solución que propone el presidente Trump, es fantástica, expulsar a los musulmanes de su tierra, y reubicarlos en otros países musulmanes, pobres, claro está, los musulmanes ricos son amigos, y a estos se les trata de otra manera. Qué asco damos. La tierra ganada propone convertirla en una especie de “spa” para millonarios, una suerte de “Punta Cana” en la parte oriental del Mediterráneo. 

Tenemos unas tragaderas enormes, porque mientras ignoramos el telediario esperando ver la previsión atmosférica en nuestros cómodos hogares, escuchamos de fondo todas estas bestialidades en las noticias, y nos resbala, claro, como yo no soy de Gaza, ni musulmán, me resbala. Qué horror, somos terribles con nosotros mismos. 

A Ucrania y Gaza, podemos añadir, el Congo, Yemen, Etiopía, Colombia, y otros muchos lugares, junto con algún que otro genocidio, como el de los Ronhinyás en Birmania, es decir, que el mundo sigue en guerra, y con posibilidades de una guerra mayor. No hemos aprendido nada. Por último, me acuerdo de una afirmación de Varoufakis en su libro “Economía sin corbata”, en donde dice, que los humanos nos comportamos como un “virus idiota” porque destruimos nuestro organismo receptor, en nuestro caso, la Tierra, lo destruimos todo, a nosotros mismos y a nuestro planeta. Va siendo hora ya de darle una oportunidad a la Paz, como dice la canción del bueno de Lennon. Buenas tardes. 


 

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