Me gustaría que este artículo versara sobre la "caverna platónica" y que en él se expusiesen concienzudas cuestiones filosóficas que contribuyesen a mejorar la vida del hombre o se planteasen nuevos paradigmas de reflexión que fuesen novedosos y útiles al pensamiento global. Nada más lejos de realidad, mis pretensiones son mucho más modestas, de nuevo ofrezco aquí un artículo que sólo pretende mostrar mi opinión sobre un tema que no requiere nada más que ser un poco observador, y eso sí, un tanto sensible a la realidad que nos envuelve.
El caso es que en los últimos días estamos escuchando una serie de noticias que permiten justificar el título del artículo, y es que sin lugar a dudas, alguno de nuestros congeneres está más cerca de la caverna paleolítica, que del siglo XXI, al menos su comportamiento es prueba inequivoca que venimos del mono. Veamos algunos ejemplos; hace un par de días, un mastuerzo horrmonado, de esos que se pasan horas en un gimnasio inflando sus músculos, que viven por y para su cuerpo, sin otra preocupación en sus tristes vidas que hacer daño a los demás, hincha de un equipo de fútbol para más datos, se lió a golpes con un pobre hombre que tomaba un refresco en una terraza de Bilbao. ¿Qué había hecho para recibir dicho trato por parte del aneuronado y proteinado fan futbolístico? Pues sencillamente NADA, estar sentado tranquilamente en una terraza y tener un aspecto que no agradó al agresor, quien al grito de Viva España se lió a guantazos y patadas con el asustado señor, al que además llamaba proetarra. Este tipo de violencia gratuita está a la orden del día, y así no es raro que en Televisión emitan un programa llamado "Hermano Mayor" en el que, si el estomago no se les revuelve, pueden ver como un niñato o niñata, se lía a golpes con sus padres o con el mobiliario doméstico, o que exista un teléfono de "ayuda al profesor" porque cada vez son más frecuentes las agresiones a docentes, en ocasiones con la complicidad de algunos padres y madres que ven en el pofesor el enemigo al que combatir y en sus hijos maleducados angelitos inocentes a los que hay que premiar por tocarse con mesura sus "benditas" partes. Algo sucede en los tiempos que corren para que tamaños subnormales proliferen como la mala hierba, y es que uno de los defectos que tiene nuestro sistema, es que a pesar de ser la Libertad su seña dominante, algunos sólo piden cadenas, como en tiempos de Fernando VII, porque hay que saber ejercer la Libertar y hemos de educar para saber ser Libres. El tipo este en Bilbao, el normal que consumía un refresco no, en este caso el idiota que había acudido a dicha ciudad para supuestamente ver un partido de fútbol, es viejo conocido de la policía, por agresivo, por conducir temerariamente y subir sus hazañas aneuronales a las redes sociales, en fin basura idiotizada que se aprovecha de las debilidades del sistema y pulula como una enfermedad dañando a su torpe paso.
Otra muestra de la espiral de violencia gratuita a la que hacemos referencia la pone, en esta ocasión, un joven que la emprende a puñetazos con un señor mayor, hasta tal punto, que dicho señor acabó hospitalizado y al borde de la "parca". ¿Qué motivó en este caso tamaña agresión? Pues bien, al parecer la discusión que degeneró en paliza y hospital, se inició porque el señor mayor que paseaba un perro de pequeño tamaño, se cruzó con el agresor que llevaba un perro de esos que parecen culturistas, es decirr un perro de presa, y le recriminó que debía llevar bozal, motivo por el cual el animal de dos piernas se lió a mamporros con dicho sujeto hasta que acabó sin sentido en el suelo tirado. Claro ejemplo este de que una persona así, sin ser pulcros en la definición de persona, no debe llevar bajo ningún concepto animales de tales características, puesto que quien debería portar mordaza, bozal o que se yo, una correa,es en este caso, el miembro de nuestra especie.
No hace mucho que una niña de 13 años, se quitó la vida porque la acosaban de forma habitual en el instituto. Hasta dónde vamos a llegar si una personita de poco más de diez años se quita la vida, cojones si casi no había empezado a vivir. Qué estamos transmitiendo a la juventud para que existan niños que sean capaces de llevar a un compañero/a a la muerte, qué convierte a un pequeño en víctima y a otro mocoso en un monstruo homicida, en definitiva ¿qué nos está pasando a los humanos?
La cuestión fundamental es si esto ha sido así de siempre y lo que sucedía es que no nos enterabamos, o por contra estamos viviendo una escalada de violencia cuyas consecuencias son, cuanto menos, nefastas a medio-largo plazo. Si se estudia un poco la Historia rápidamente se puede hacer una comparativa, dado que después de una crisis profunda vienen los puñetazos ideológicos en la mesa , tales como los fascismos, ejemplo de los mismos tuvimos varios en el periodo de "entreguerras" tras el "crash del 29", y ahora, después de la crisis fomentada de 2008, los fascismos se recrudecen en Europa, los violentos se amparan en los grupos ultras vinculados al fútbol, el odio se instala en corazones y parlamentos. CUIDADO la Historia está cambiando y amanece un nuevo ciclo que se pronostica como violento, excluyente, y paranoico, lo que nos debe mantener alertas tratando de evitar que los "trogloditas" se hagan de nuevo con el mando del planeta y vuelvan los campos de trabajo o de exterminio, las purgas o las limpiezas étnicas.
Hay que saber que si las circusntancias se dan, y se repiten guerras, como otras muchas veces en la Historia de la Humanidad, muchos de los violentos que aquí hemos mencionado, estoy convencido de ello, serían capaces de perpetrar asesinatos, palizas o violaciones, amparándose en la guerra, dado que si en Libertad y con la barriga llena son así de obtusos, habría que ver (mucho mejor que no) como sería su comportamiento en una situación bélica. En este mismo carro se pueden subir los maltratadores de animales, los que disfrutan con el mal del vecino o los que fomentan el odio contra el extranjero o el diferente, si pudieran, culminarían lo que ahora, en la democracia, es tan sólo la punta de un enorme iceberg de estulticia y violencia aneuronada.
Todo lo señalado hasta aquí nos indica que volvemos a la caverna, vamos, que algunos no han abandonado la edad de piedra, dónde el más fuerte imponía su voluntad frente al más débil, por medio de argumentos sólidos como el puñetazo o la patada en los cojones, y además, ahora como entonces el más bruto contaba con "palmeros", es decir con otros más bobos y débiles que él, que le rien las gracias y apaluden todas sus fechorías. En el caso que iniciaba este artículo, en Bilbao, el violento del Viva España, iba acompañado de otros dos memos que reían el tortazo de su macho Alfa, poniendo en evidencia que no estamos muy lejos de cuevas, abrigos y cavernas.
A modo de epílogo, mostrar mi simpatía y admiración por nuestros antepasados cavernarios que sobrevivieron y condujeron a la humanidad hasta nuestros días, dicho esto, señalar que el "cavernarismo" al que nos referimos aquí, hace mención a lo primario del comportamiento de estos imbeciles, muy alejado de la empatía que sentimos por nuestros antepasados.
A modo de epílogo, mostrar mi simpatía y admiración por nuestros antepasados cavernarios que sobrevivieron y condujeron a la humanidad hasta nuestros días, dicho esto, señalar que el "cavernarismo" al que nos referimos aquí, hace mención a lo primario del comportamiento de estos imbeciles, muy alejado de la empatía que sentimos por nuestros antepasados.