Vistas de página en total

martes, 8 de diciembre de 2020

Sería mucho pedir...

El año "Jumanji" está llegando a su fin y son muchas las cosas que no van bien. Por ello no voy a referir aquí sesudas soluciones a la pandemia sanitaria o a la crisis económica terrible que se nos viene encima, para ello ya están los entendidos en las redes sociales. Sin embargo, si quisiera aportar reflexiones, de sueldo base, eso sí, sobre cuestiones que se podrían remediar sin mucho esfuerzo, tan sólo con un poco de voluntad y sentido común. 

En el ámbito político  sería más que recomendable un poco de talante, y también de talento, tanto en las formas como en las propuestas, es decir que el continente sea acorde a un contenido propio de representantes del pueblo formados  y preocupados por el bien común y no por los diversos y antojadizos intereses partidistas. Por ejemplo, si los representantes extremeños, por no ir más lejos, de los dos grandes partidos nacionales, hubiesen pensado un poco en su tierra, es decir Extremadura, en vez de atender a los dictados de sus respectivos partidos, ésta no estaría, después de cuarenta años de democracia a la cola en todas las listas de desarrollo del propio país. 

En la misma línea, sería necesario acabar con buena parte de los cargos de representación política que existen en nuestro país. Como me comentaba un amigo hace tiempo, si uno va desde Badajoz a Madrid, un recorrido de poco más de cuatrocientos kilómetros, debe atravesar cuatro parlamentos con cientos de representantes cada uno de ellos. Entre ambas ciudades se encuentran el Parlamento Regional Extremeño, el Parlamento Regional de Castilla la Mancha, el Parlamento Regional de Madrid y el Parlamento Nacional en la misma capital. No soy amigo de cálculos, pero nos sale a más de un parlamentario por kilómetro. ¡ Qué despropósito!

No puedo obviar, y posiblemente fuese necesario cambiar las leyes, un asunto que barrunto hace tiempo, primero como hombre de izquierdas, que cree entre otras cosas en las ideas universales, y por otro lado como persona con cierto sentido común. Digo yo, no sería posible que los partidos de corte nacionalista, independentista, regionalista o localista, tuviesen sólo representación en sus respectivas circunscripciones. Es decir, qué sentido tiene un partido independentista en el congreso nacional sonsacando las arcas del estado en pro de sus propios intereses, que además son los de irse de ese conjunto al que sonsaca. No lo entiendo, debe ser por eso de creer en ideas universales, como aquellas que hablan de Igualdad o Libertad, y también, muy al caso, de Fraternidad. Me niego a pensar que lo único que podemos hacer como extremeños (aplicable al resto de la España ignorada del interior) es montar partidos regionalistas para intentar negociar en este torbellino de fagocitación estatal. Si cuatro personas nos ponemos a tirar de una manta cada uno por un extremo, lo más normal, o al menos es una posibilidad real, es que la manta se acabe por romper. Sin entrar en ese tema, no comparto la idea de una izquierda nacionalista, creo que hay que ir más allá. Una cosa es la idea de la libre determinación de los pueblos, y otra el circo político actual de nuestro país. 

No quiero extender mucho el artículo, pero me gustaría plantear otra cuestión que se sale de los límites de la cordura. No puede ser que se convoquen oposiciones en las que no se resuelvan los procesos. Hay oposiciones que tardan años en resolverse, porque claro está, esas plazas que se convocan, mientras tanto,  están ocupadas por interinos, y el que ha hecho el examen, previo pago, lo mismo está aprobado y como no acaban de finalizar el proceso debe seguir estudiando y presentándose a nuevas oposiciones. Este tema es tremendo, porque juegan con la ilusión de la gente, con sus esfuerzos y con su dinero. No cuesta nada acabar un proceso antes de empezar otro, y tampoco es necesario agotar siempre los plazos legales, sería más recomendable contratar gente para hacer frente a todo ese trabajo que la misma administración  genera. Dieciséis años como opositor me contemplan, que no es poco. 

En este artículo que titulo "sería mucho pedir...", me dejo en el tintero múltiples temáticas que deberían abordarse, tales como la limitación en los mandatos políticos, la limitación en los sueldos políticos, la conformación de una administración más ágil, la adaptación de la Constitución a los tiempos que corren, las redes clientelares, la partitocracia, las ocupaciones...etc, y mil más que ustedes tienen en la cabeza, otra vez será. Buena tarde. 

viernes, 25 de septiembre de 2020

Sorbos...de historia.

Puede que  por gusto, o simplemente por mera vagancia, me he aficionado al relato de corta dimensión. En este caso las tres muestras que propongo giran en torno a personajes históricos, desde el Duque de Berry, a Jack " el destripador", pasando por un joven Hitler de mendigo en Viena. Espero que esta escueta narración sea de su agrado.


Su pulcra educación no pudo menos que agitarse al observar el rostro de los  zarrapastrosos que se agolpaban en la plaza. La fuerte mano que amarraba su pelo lo alzó en vilo. Tan sólo fue una décima de segundo, pero pudo ver cómo su cabeza giraba hacia un cesto lleno de sangre. Mal educados, pensó.


Había sido un mal día, quizás un mal año. Estaba aterido de frío y en plena calle. Pensaba en su casa, ensimismado, hasta que de  repente una moneda de cobre cayó encima del lienzo arrugado que tenía justo a su lado. Levantó la cabeza y sólo atisbó a un hombre vestido de negro, y unos tirabuzones que se alejaban calle abajo. Sonrió.


El informe que acababa de leer no dejaba lugar a dudas. Sífilis.  Aquello no pintaba bien, podría ser una hecatombe. Sin embargo, todavía quedaba algo por hacer. Esperó a la noche, se vistió como un perfecto caballero y acudió en busca de su destino. Su chófer no hizo preguntas cuando escuchó desde el interior del carruaje..."a Buck's Row".



lunes, 24 de agosto de 2020

Microrrelatos...nivel principiante.

 Los tres pequeños textos que les presento a continuación constituyen mis primeros balbuceos en el mundo del "microrrelato", espero que sepan perdonar tan atrevida incursión. 


No pudo evitar sentir un escalofrío al devolver el saludo que le enviaba aquel caballero desde la otra esquina. El oficio de verdugo no dejaba de sorprenderle.



Lejos habían quedado los insultos, las vejaciones y las burlas. Tartaja, metralleta, llorón, tonto. Hacía años de aquello, pero aquel rostro le condujo a sus años escolares. Tan sólo el codazo de la enfermera le devolvió a la realidad. El bisturí doctor. 




Se sintió muy orgulloso al ver su nombre en una placa. Era todo un reconocimiento a sus esfuerzos, y a su desmedida entrega en una labor muy peligrosa. Todavía tardaría en darse cuenta que estaba en un camposanto.




miércoles, 8 de julio de 2020

Guía de supervivencia.

Una noche de insomnio veraniego me ha llevado a estar delante del ordenador a las seis y media de la mañana, después de pasar varias horas dando vueltas en la cama sin conseguir volver a conciliar el sueño.

 En un estado de letargo, que no es ni dormido ni despierto, mi cabeza ha volado libre entre el mundo de la consciencia y el surrealismo de la ensoñación, así se han encontrado en una misma dimensión Zapatero hablando inglés en Oxford, Rajoy afirmando rotundamente que “un vaso es un vaso y un plato es un plato”, así como el bienio negro y el fracaso de la huelga general campesina de 1934, y Aníbal Barca con un parche cubriendo su ojo después de atravesar el lago Trasimeno.

Empapado en sudor, el calor me ha invitado a tomar el fresco en la azotea, cosa que he hecho, a pesar de no encender luz alguna, con un importante sobrepeso, una no menos preocupante miopía y una escalera de caracol que bien podía ser un puerto de tercera en el añorado Tour de Francia. Me encanta observar la ciudad desde la azotea, sobre todo cuando uno está resguardado de miradas inoportunas de gente aburrida y sin vida propia. Desde mi atalaya he observado un gato negro campar a sus anchas por la calle, tranquilo y huidizo, al tiempo que un poco más lejos una muchacha paseaba un perro, quizás fruto de otra noche de insomnio.

El regreso al catre sólo ha servido para inspirar este artículo, puesto que me ha dado la idea de escribir esta “guía de supervivencia” para tiempos de pandemia. No me extiendo más con los prolegómenos y voy al grano. Resulta que en estos tiempos de COVID 19, reclusión y desescalada, han surgido o resurgido con más fuerza distintos tipos de personas de las que ahora se llaman tóxicas, pero que tienen acepciones clásicas que vamos a exponer a continuación.

El primer tipo al que nos vamos a referir es al pelma vulgar, es decir, esa persona, de la que todos podemos referir algún ejemplo, que resulta un castigo en sí misma. Con la pandemia ha surgido una nueva modalidad que luego se ha extendido en la desescalada. Me explico, al estar confinados, era normal que desde los balcones o puertas la gente saliese a aplaudir a nuestros sanitarios, y que de esa forma se agradeciese su esfuerzo sobrehumano en pro de los demás. Pues bien, esa costumbre de aplaudir a las ocho de la tarde se ha transformado en una tortura sin remisión, puesto que los cinco minutos de convivencia necesaria han dado paso a un conjunto de seres de balcón que no respetan horas, espacios, o intimidad, y que en cualquier momento  pastan por la acera comunitaria a voz en grito,   en comandita con otros vecinos que parece ser no pierden mucho tiempo en leer libros, ver alguna serie o película, y sí escuchan música, lo hacen de forma compartida, es decir,  con un altavoz en la ventana para dar por culo al resto del personal. Su molesto murmullo, sus risas histriónicas, sus voces  hirientes son una de las rémoras que nos ha dejado la pandemia. El diccionario de la RAE contiene varios términos que casan con las personas aquí descritas, de las que sólo hemos mencionado una modalidad. Así en ésta categoría incluimos los siguientes términos; incómodo, fastidioso, pesado, desagradable, inaguantable, amargo, enojoso.

En segundo lugar vamos a hacer referencia a otro tipo de personas que podemos encuadrar bajo el término de falsario, es decir que falsea. Esta modalidad ya la hemos descrito en otros artículos, pero se ha crecido en estos tiempos a través de redes sociales o grupos de WhatsApp. Es un clásico de nuestra época encontrar personas que viven por y para las redes sociales, vendiendo un constructo irreal o ensoñado de sí mismos. Así podemos ver gente que en los grupos o redes parecen ser personas entrañables, divertidas, comprometidas, agudas, participativas, comprensivas, humanas en definitiva, y que en la triste realidad son gente oscura, parca, manipuladora y amiga de sus propios intereses. En ocasiones a este tipo de personajes los he descrito señalando que sólo tienen un tipo de preocupación a pesar de todo el ornato que venden, y que no es otra que la de pensar en “su culo, su  culo, y  su culo”.   A colación de lo anterior, y sirva de ejemplo, el otro día un amigo me hablaba de un conocido que tenemos en común, y me llegaba a decir, que las vacaciones que el tipo mostraba en las redes sociales eran totalmente falsas, que se limitaba a hacer fotos preparadas y filtradas, pero que en realidad casi no salía del hotel, a pesar de los amaneceres, atardeceres, ocasos y lunas que presentaba en público. En fin…sólo hay que rascar un poco y sale a flote el acomplejado que llevamos dentro. En el diccionario como sinónimo de falsario nos señala; impostor, embaucador, y yo añado, fantoche.

En tercer lugar, dentro de la guía de supervivencia, podemos referir al fanfarrón, y cuidado que este tipo es muy peligroso. Todos hemos podido observar que con el confinamiento, las horas de encierro en casa, el vecino pelma, en algunos casos el abuso de la cerveza y de los estimulantes, aderezado todo ello con los ERTE, los negocios cerrados, las facturas pendientes, el sobreviviré a todas horas y el fantasma de una crisis terrible detrás de la esquina, han generado una enorme desazón y en algunos casos ha surgido el fanfarrón, es decir, el típico que ha estado buscando culpables a esta sinrazón durante meses, que no ha respetado las opiniones contrarias, que se ha ido radicalizando, que ha generado mal ambiente. Hace no mucho escribí una pequeña entrada advirtiendo del peligro que tienen este tipo de personas, insistiendo  en que con esa actitud belicosa, revanchista no se va a ningún lado, que la pandemia ha demostrado que llevamos cuarenta años viviendo muy bien y que nos hemos acomodado mucho, porque nuestro nivel de resistencia es pobre, y enseguida sale lo que de verdad llevamos dentro, y en algunos casos, las tripas  dan  bastante grima. Como las crecidas de los ríos, la desescalada ha generado que las cosas hayan  vuelto a su cauce, y a día de hoy volvemos a encontrarnos con el perfil de respetables hombres de centro, pero que cuidado, hace un mes estaban sacando los tanques a la calle. Para fanfarrón el diccionario muestra de sinónimos; bravucón, perdonavidas, matasiete, fachenda, valentón.

Esto es todo amigos, aquí tienen el resultado de una noche de insomnio, que al menos, me ha permitido reseñar, en forma de guía de supervivencia, tres modalidades de personas de las que hay que estar prevenidos. Se quedan en el tintero para mejor ocasión el perejil, es decir, el que está en todas las salsas, y el pedigüeño o belitre, aquel que sólo abre la boca para pedir favores, en otra ocasión, lo prometo.  


viernes, 3 de abril de 2020

Totum revolutum

En ocasiones, uno se queda asombrado con algunas noticias que se ven en los telediarios o se escuchan en la radio, por ejemplo, hoy me he enterado que un majadero, en Valencia, aprovechando que la gente sale a los balcones a aplaudir el esfuerzo y entrega de sanitarios y fuerzas del orden en estos tristes momentos de cuarentena, ha salido a su balcón, y se ha dedicado a disparar a la calle con una escopeta. ¿Sé puede ser más idiota?
Hay que decir, que llevamos varias semanas de confinamiento en nuestras casas, con motivo de una pandemia global, generada por el famoso coronavirus, que se ha convertido en el verdadero mal de nuestro tiempo. Este virus está cambiando todas nuestras concepciones vitales, y estoy convencido que va a haber un antes y un después de la pandemia. Pues bien, tomándome un pequeño respiro en el día a día doméstico, por fuerza, que nos ha tocado vivir, voy a hablar de algunos asuntos que se me pasan por la cabeza, así de forma revuelta. 
Aproximadamente llevamos tres semanas de reclusión en nuestros hogares, tan sólo se debe salir para hacer cosas indispensables, que no es necesario repetir aquí, y que están vinculadas con lo vital (comida o medicamentos principalmente), y he de decir que la gran mayoría de personas está teniendo un comportamiento cívico y permanecen, permanecemos, en nuestra casa. Sin embargo, hay ejemplos como el anterior del mastuerzo armado del balcón que dispara a calle, o algunos que se dedican a pasear al perro constantemente, para salir de casa, en algunos casos mucho más que antes de la cuarentena. Resulta que se puede salir a la calle a pasear al perro, cosa que comprendo, aunque si es necesario sacar a un perro por el bien del animal, digo yo, que también y de forma muy controlada, sería necesario sacar a tomar el aire a un niño de dos, tres o diez años. El problema en nuestro país, son los idiotas, los egoístas que se saltan la norma y con su actitud obligan a que las medidas se endurezcan y pagamos el pato los mismos, los que cumplimos, dado que los anteriores siguen saltándose lo establecido. A colación de lo anterior, hemos visto a gente paseando zorros disecados, recorriendo tres kilómetros para tirar la basura, otros disfrazados de dinosaurios, o de caniches gigantes, incluso en el colmo de la tontuna, algunos disfrazados de bolsa de basura. Nunca nos faltó la gracia a los españoles, y el humor hasta en las situaciones más difíciles, pero todo ello hace muy poca gracia cuando observamos el número de fallecidos, o de infectados, o miramos de soslayo la crisis económica terrible que se nos viene encima, que me temo va a ser atroz.
Por otro lado, me emociono cuando veo a médicos llorar por ver que la gente les aplaude, por su enorme labor, por dar su vida en pro de los demás. Me toca el corazón ver a un abuelo infartado superar la enfermedad y agradecer la profesionalidad de nuestros sanitarios. Me gusta ver como la gente humilde de nuestro país sale al balcón cada día y agradece el esfuerzo que como pueblo estamos haciendo. Es cierto, somos un gran país con una sanidad pública gratuita, y que ahora evidencia que  tenemos los mejores profesionales del mundo, pero que carecen de medios muy básicos, por los recortes que se han hecho en los últimos años. ¡Canallas! gastáis en  sueldos, dietas y lujos lo que le corresponde a la gente modesta, que no tiene otros medios, al tiempo que privatizáis y fomentáis las clínicas privadas, donde seréis atendidos los privilegiados del sistema, indiferentemente del color de vuestro carnet político, en eso sois iguales.  
En el ámbito docente nos hemos encontrado con una suspensión de las clases presenciales que ha permitido que se introduzca de forma inmediata, a la fuerza ahorcan, la educación a distancia en nuestro país, y así aparecen ahora de forma usual el Classroom, las videollamadas de todo tipo, los correos electrónicos como forma inmediata de comunicación, ya se que todo esto existía, pero no era ni mucho menos tan masivo como ahora. Y hemos empezado a mandar tareas, explicaciones, documentos, vídeos, algunos han empezado a dar clases por Meet, u otras plataformas. El profesorado ha hecho un gran esfuerzo para tratar de llegar a los alumnos y sus familias. Sin embargo, y es una opinión personal, nada de esto puede suplir la enseñanza presencial, el día a día, contactar a través de emociones, de improvisación controlada, de sentimiento y de entrega, ser profesor es dar ejemplo, y eso no se puede hacer plenamente en estas condiciones. Pero ya les digo, esto tan sólo es una opinión personal. Recuerdo profesores, Fitz, por ejemplo, que daban las clases utilizando sólo su voz, su conocimiento y su pasión, eso es insuperable. 
Nos viene una crisis económica que da verdadero pavor, así en los últimos días oímos el término ERTE, que viene a superar al antiguo Expediente de Regulación de Empleo (ERE), lo que supone que mucha gente, demasiada gente se va a ir a la calle, con un futuro muy incierto. Es necesario que Europa, el gobierno nacional, el regional y los Ayuntamientos, ayuden a los que van a quedarse sin empleo, porque si no, nos arriesgamos a una revolución social, la gente tiene que comer. ¿Para qué estamos en Europa? Difíciles tiempos nos vienen encima. Estoy convencido que este es el gran acontecimiento de nuestra época, estamos viviendo la historia, y los que hemos estudiado el pasado, sabemos que poco tiene que ver con novelas o películas, huele peor, sabe peor, y se siente peor, cuidado señores, que esto no es una broma, va mucho mas allá de retos comiendo cola-cao, o metiendo la cara en un plato de harina, esto es la realidad, no la ensoñación tonta en la que estábamos inmersos, nos han despertado de golpe.
Bueno, de todo se sale, debemos tener entereza, y remar todos a una, el patriotismo es cerrar filas y avanzar, en eso también dejamos mucho que desear, pero no vamos a perder el tiempo con empeños vanos. Se añora un gobierno de la Humanidad, que vaya más allá de zafios como Trump, o Bolsonaro, y que nos de aliento y esperanza en un futuro mejor. De momento, poco más podemos hacer que quedarnos en casa y aguantar, se que lo vamos a hacer, de momento la guerra se libra en casa, esperemos que quede ahí. Ya saben ...sangre, esfuerzo, sudor y lágrimas.



domingo, 8 de marzo de 2020

Caer en gracia....


Más vale caer en gracia que ser gracioso…
Comienzo este artículo recurriendo al refranero castellano, sabio y prolífico en toda su extensión, y lo hago para referirme a la política que mantienen las instituciones educativas, en cuanto a la distribución de alumnos por centros. Pues eso, en este asunto, como en el resto, es mucho más conveniente caer en gracia, y contar con el apoyo de las mentes pensantes, que ser gracioso, o agraciado, el caso es que en  nuestra ciudad, Badajoz, la política de elección de centros, permitida y auspiciada por la Consejería de Educación, cara al curso 2020-2021, genera, por un lado,  institutos masificados, con treinta alumnos por aula, y por otro lado, institutos que apenas tienen demanda, a pesar del esfuerzo que se hace, por parte de equipos directivos, docentes, trabajadores, y los propios alumnos de estos centros, que sienten abandono por parte del sistema.
Acabo de asistir a unas jornadas de formación para profesores, en las que se nos mostraban distintos recursos a los docentes, cara a la mejora de nuestras aptitudes en la enseñanza, en este caso de las Ciencias Sociales. Fueron unas jornadas estupendas, de convivencia, trabajo y compañerismo, en las que pude observar que la enseñanza ha superado la fase de la clase magistral, y nos movemos dentro de una serie de parámetros nuevos, en las que el docente ayuda a generar espacios de trabajo colaborativo, metodologías activas y entornos de aprendizaje basado en proyectos. Las experiencias que nos mostraron los compañeros fueron impagables, que cantidad de cosas se están haciendo en los institutos extremeños, y que buenos profesionales tenemos educando a nuestros hijos. Ahora bien, y enlazo con el asunto anterior, con la actual distribución de alumnos por centro en Badajoz, hay muchos institutos que no pueden poner en práctica esta educación inclusiva, puesto que es imposible hacer metodologías activas con más de treinta alumnos en un aula.
En una noticia reciente aparecida en los medios, he podido comprobar que, hay institutos en Badajoz, que solicitan más alumnos, estando más que colapsados, y lo peor de todo, la Consejería de Educación, que promueve la inclusión, el trato personalizado, las metodologías activas, y el trabajo por proyectos, lo permite. En el otro lado de la situación, nos encontramos con institutos, como el San José, que no cubren ni de lejos con las plazas que tienen disponibles, y que se ven abocados a convertirse en un “cajón de sastre” nutrido, en buena medida, por todos aquellos alumnos que no tienen cabida en otros institutos de la localidad. La Junta de Extremadura, aplica aquí, aunque no lo reconozca, la política de gueto, que como es de sobra conocido, no ha funcionado en aquellos sitios en donde se ha implantado.
En mi modesto entender, creo que lo más ecuánime, para alguien que esté a favor de una política educativa justa, equitativa, integradora y moderna, sería repartir los alumnos entre los distintos centros educativos, impidiendo que se generen centros masificados por un lado, y por otro, centros casi desiertos o abandonados. Este asunto, no se puede solucionar sin la ayuda de la administración, que es quien debe mojarse, e intervenir, evitando esta doble situación. Un buen criterio electivo sería la cercanía al domicilio, es decir, favorecer que se dividan los alumnos en función de la cercanía al centro. Y aquí, hablo de alumnos/as, normales, adolescentes, que buscan labrarse un futuro, como hicimos nosotros en su día.
Otro asunto que no quisiera dejar de mencionar aquí, hace referencia a los institutos concertados, que por cierto, son más que numerosos en  nuestra ciudad, bueno en toda España. Esta administración educativa que se viste de verde en las manifestaciones en pro de la educación pública, permite que institutos como el San José se mueran de inanición (y me refiero a la educación secundaria, puesto que este problema no afecta a la formación profesional que se imparte en el centro, reconocida y admirable) al tiempo que consiente y favorece, por inacción, la existencia de institutos privados pagados con dinero público, lo cual me parece, como poco repugnante. La defensa de la educación pública va más allá de los slogans y de las camisetas verdes, se inspira principalmente en la Igualdad, sin la cual es imposible siquiera, la Libertad, hasta la de centro educativo. Muchas gracias, un profesor.

miércoles, 5 de febrero de 2020

El hecho diferencial.

Después de bastante tiempo vuelvo a la carga, tratando de aportar mi punto de vista sobre la realidad que nos rodea. Mi ausencia ha sido motivada, tan sólo, por pereza, no puedo decir otra cosa, mi vida es muy tranquila, quizás demasiado. El título me ha venido sólo a la cabeza cuando maduraba la idea de este artículo, pensando en los rasgos propios que tiene mi tierra, Extremadura. 
Cuando uno piensa en el "hecho diferencial" le vienen a la cabeza las mal denominadas nacionalidades históricas, como si otros lugares como Granada, Valladolid, Córdoba, Mérida, Cádiz o Atapuerca, no tuvieran  historia. En todo el territorio nacional, de punta a punta, nos encontramos hechos diferenciales, peculiaridades propias de la rica historia que tenemos en nuestro país. No voy a referir aquí tan extenso asunto, pero si quiero mencionar algunos elementos que permitirían construir un relato nacionalista, o si hubiese posibilidades económicas, incluso separatistas en nuestra Extremadura. 
Elemento básico en todo nacionalismo es la existencia de una lengua propia, hecho este, que se observa en la región. No es muy conocido, pero en Extremadura hay una lengua propia, el llamado "Extremeñu", variedad lingüística que tiene su origen en la reconquista cuando los leoneses avanzaban hacia el sur , y que en algunos casos ha sido relacionada con el astur-leonés, sin embargo desde enero del año presente, 2020, es considerada por el Consejo de Europa como Lengua Minoritaria o Regional. El problema que tenemos en Extremadura es que no valoramos las riquezas culturales, históricas y naturales que poseemos. 
Otro asunto indispensable para conformar una idea "nacional" se encuentra en desarrollar una historia propia, con algún elemento diferente al resto. En este aspecto, como  he dicho más arriba, se repite en toda la "piel de toro", puesto que hemos sido lugar de llegada y partida de numerosos pueblos y civilizaciones. En Extremadura también tenemos "fueros", como el denominado fuero de Baylío, que afecta a diversas poblaciones de Badajoz, en torno a la localidad de Jerez de los Caballeros, último enclave en manos de los poderosos Templarios en la península. Su origen es medieval, y se vincula al rey  castellano Fernando III o al portugués Sancho I. Sus rasgos principales afectan al régimen económico de los matrimonios, cuestión que no vamos a abordar aquí. Pero no sólo tenemos fueros en Jerez, son importantes los fueros de Cáceres, concedidos por Alfonso IX de León al reconquistar la plaza en el siglo XIII, o los de Coria, por las mismas fechas y el mismo rey. Observamos una rica historia, con peculiaridades y diferencias propias, que de momento no han hecho prender la llama del nacionalismo, será que este viene de la mano de una burguesía enriquecida en el siglo XIX, cuando nuestra tierra era pobre y estaba en manos de caciques absentistas. 
Mientras que en otros lugares la construcción nacionalista inventaba tradiciones y forzaba la historia, en Extremadura se tejían de forma natural, y probablemente por el aislamiento, costumbres propias y ricas que jalonan todo el territorio y florecen con especial fuerza en la mágica zona norte de la región, donde la naturaleza es privilegiada, y las leyendas se funden con la realidad en una perfecta simbiosis. La comarca de las Hurdes fue objeto de visita y atención por viajeros ilustres, en 1913 estuvo por allí Miguel de Unamuno, atraído por la pobreza que se decía de la bonita comarca, más adelante, en 1922, el visitante fue Alfonso XIII, acompañado por el Doctor Marañón, que le había advertido de la mala situación del lugar. Finalmente y como puntilla a la "leyenda negra" de la comarca el documental de Buñuel, "Tierra sin pan", en buena medida teatralizado, supuso un punto de inflexión. Nadie hizo nada, hubo que esperar al desarrollismo franquista o mejor, a la propia democracia, para que las cosas empezasen a cambiar. Hoy, podemos decir que es una de las zonas más bonitas y peculiares de toda España. 
Con todo lo anterior podemos desarrollar una idea nacional propia, y si queremos podemos empezar a reclamar dinero para nuestro hecho diferencial, pero resulta que aquí no existe este sentimiento. Somos una región pobre, a pesar de  nuestra riqueza natural, también somos muy poco reivindicativos, es cierto, y lo uno junto  a lo otro hace que seamos ignorados en el marco estatal. En Extremadura hemos entendido que son más los elementos que nos unen que aquellos que nos separan, y el sentimiento nacionalista no surge, aún no nos ha dado por hacer negocio con elementos propios pero semejantes a otros que se encuentran en toda España. 
En otra ocasión podemos hablar de la deuda histórica, o de los grandes  personajes que ha dado nuestra tierra, o de Mérida, la ciudad más importante de la Hispania romana, o puede que hablemos de un camino con mil años más que el de Santiago, y que se denominó vía Albalata, o de la Alcazaba más grande de Europa, situada en la capital del otrora poderoso reino Aftasí de Badajoz. Somos una gran región, con nuestros rasgos propios, al igual que el resto, y  tenemos la  suerte de formar parte de un gran país, España, pero que más da eso, si al final de todo, TODOS, somos Terrícolas. Buena noche amigos.