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sábado, 28 de mayo de 2016

A vueltas con la Izquierda…

De nuevo vamos a elecciones, nuestros políticos no han sido capaces de llegar a un acuerdo y ahora hay que repetir, y… de nuevo campaña electoral, actos públicos, mítines, debates etc.,  para vender el producto, harto agotado tras meses de estériles negociaciones, sin un gobierno útil. El resultado de las elecciones, y no hace falta consultar a ningún adivino para saber que, si no se remedia, Mariano Rajoy vuelva a ser presidente, probablemente con el apoyo de Ciudadanos, que me temo se escorará hacia la derecha de ese espacio vacío que se llama centro.  España tendrá un presidente que ya se postra, antes siquiera de ser elegido, como una culebra sobre  su vientre, y ofrece más recortes al estado de bienestar de los ciudadanos españoles a los jerarcas europeos. Este hombre no debe gobernar España, no  merecemos esto, no queremos más recortes, no queremos más corrupción sistémica, no queremos más basura corrupta en las instituciones, y sí, Mariano Rajoy, amante de los tijeretazos, de quedar bien con lo más denigrante de Europa, ha permitido impávido que esto sucediese, mientras que el trato con los medios de comunicación, es decir con los ciudadanos, no pasaba del plasma, no conforme con esto además, se negó a acudir al debate a cuatro escudándose en su competente vicepresidenta. Ante esta lamentable situación sólo hay una opción, la unión de las Izquierdas, de todas las Izquierdas, en un proyecto común, en un frente común, por el progreso, contra la corrupción, por un país y un mundo mejor.
Cuidado Iván que te emocionas y te vienes arriba, esto es difícil, la cintura política de nuestros representantes es igual de flexible que la de un muñeco de futbolín, y llegar a un acuerdo tácito será muy difícil, pero no hay otra opción, o la izquierda se une, o la ponzoña y los recortes sociales seguirán a ritmo de batuta alemana o francesa, o vete a saber quien mandará en las finanzas europeas del momento.
A estas alturas, y queda menos de un mes para las elecciones, se ha producido un gran acuerdo dentro de esta línea, es decir en el ámbito de la izquierda española, y este pacto ha permitido que el fulgurante Podemos de Pablo Iglesias, se haya  fusionado con  la Izquierda Unida de Alberto Garzón, el líder político más valorado por la ciudadanía y que en el pasado mes de diciembre obtuvo cerca del millón de votos, lo que por este sistema desigual y favorecedor de los partidos grandes, se tradujo tan sólo en dos diputados, pero ese es otro tema. La unión Podemos-Iu, augura convertir a la coalición en el partido emblemático de la Izquierda española, superando al PSOE, que no sabemos bien en qué fase del harakiri se encuentran. Sin embargo no es suficiente, ahora o quizás nunca.
El PSOE se tiene que unir a la alianza de las Izquierdas, como ya se hiciera en el Frente Popular de finales de 1935, donde PSOE, PCE, POUM, Izquierda Republicana, Unión Republicana, y otros partidos de corte nacionalista o regionalista, se unieron y ganaron a la derecha, y además intentaron hacer algo bueno por el país, que al poco tiempo se truncaría porque una serie de militares pro fascistas se levantaron y propiciaron un golpe de estado que degeneró en Guerra Civil. Cuidado con acojonarse, se hubiesen levantado igual, era el momento del fascismo y de los golpes de fuerza, no hay que tener miedo, sino ganas de cambiar España, dar una lección a la rancia derecha medio anormal española y labrar un futuro digno para todos/as. En este empeño tiene que estar el PSOE, es necesario que la militancia de este partido obligue a sus dirigentes a ser socialistas de verdad, de corazón, no de boquilla, devolver las siglas a la militancia y también de paso, la dignidad al partido que modernizó España, me hago mayor, de eso ya hace bastante tiempo. A día de hoy, el PSOE, sigue quemando sus siglas, perdido, amarrado a un centro que sabemos que no existe, aburguesado, desclasado, sin rumbo, intentando no hacer ruido y molestar a las potencias europeas, y miedo da,  como la Historia parece repetirse, me acuerdo ahora como el socialista moderado( o interesado) Kerensky en Rusia, en 1917, traicionó  sus ideales y por no asustar a los aliados europeos,  decidió mantener al país en la Gran Guerra, cuando había llegado al poder precisamente para lo contrario, entre otras cosas, y a los pocos meses los Bolcheviques de Lenin acabaron con las medias tintas, y accedieron al poder. Hay que ser fieles a las IDEAS, y a la nobleza que las visten, sí señores hay que ser Quijotes e idealistas, y querer cambiar el mundo, no ser pantomimas al servicio de los intereses del capital y los poderosos.

El PSOE, con 137 años de Historia, está en una encrucijada, sólo no va a poder, el resto de la Izquierda tampoco, no unirse es dar el gobierno a la derecha. Ahora bien, en dicha unión el PSOE, debe volver a la Socialdemocracia, a la formación, al nivel, a la dignidad, a estar más en la oposición y no en la poltrona a cualquier precio, a la Izquierda Progresista, al estudio y entrega por y para las ideas, a la democracia, en fin, yo sé que es el Socialismo, y que pretende, y también sé que el PSOE está muy lejos de ello, algunos de sus miembros no saben siquiera que ideales defiende, es PSOE-PP, como si se tratase de ser de uno u otro equipo de fútbol, si no recupera el rumbo, en la unión será deglutido por aquellos que si saben en qué parte del tapete están, y fuera de la misma estará en la oposición, descuartizado por los intereses de los señores feudales del caciquismo, en fin hay que refundar la Izquierda española, y unir sus piezas, de lo contrario la corrupción seguirá haciendo de nuestro país y de nuestro progreso su gran negocio. Socialistas ustedes eligen, ahora o NUNCA. 

viernes, 13 de mayo de 2016

Cuanta razón viejo


Ahora, tras diez años de ausencia valoro cada minuto que pasé a tu lado, aprendiendo, compartiendo, en definitiva construyendo la persona que soy hoy. Siempre fuiste un caballero, elegante, poco amigo de artificios, humilde y directo como nadie, me enseñaste a ser como soy, me miro en el espejo y veo en cierta medida tu mirada, las canas me hacen hijo tuyo de forma especial, eran quizás tu rasgo de identidad, ahora el mío. Hoy también soy padre yo, y comienzo a comprender lo grande que fuiste en esta labor, lo importante que fueron tus palabras, tus consejos, tu ejemplo, la gran pérdida de mi vida.
Este artículo, que ahora comienzo, pretende ser un homenaje a la figura de mi padre, para mí un gran hombre, humano y con errores, pero inconmensurable como guía, como ejemplo, como referencia. Recuerdo como si fuera ayer aquel día en que me dijiste que habías pretendido ser un buen padre, que lo habías hecho lo mejor posible, puesto que no habías tenido la experiencia propia de tener padre. Hoy en alta voz puedo decir que fuiste el mejor, un gran padre, el hecho de no haber tenido progenitor no influyó en nada, además creo que el vínculo padre e hijo es tan natural y fuerte que no necesita de experiencias previas, lo llevamos dentro.
Mi padre nació en noviembre de 1936, mal año para España, y su padre, mi abuelo, fue detenido por ideas políticas, antes del nacimiento del niño, sería fusilado en septiembre de 1938, después de dos años de cárcel y vejaciones, como tantos otros. ¡Malditas guerras!.

Fue un niño bien criado y atendido, mi abuela Concepción tenía un taller de costura y en cierta medida pudo costear la educación de su hijo, incluso enviarle a la universidad, en principio a la capital, Madrid, donde inició estudios de Filosofía, y después de forma definitiva a Badajoz, donde estudiaría Magisterio. La buena vida que había llevado hasta el momento se truncó con la muerte de mi abuela, dando un giro por completo a  la vida de mi padre, que se encontraría sólo y teniendo que encauzar su futuro. Tras el servicio militar, dieciocho meses en Cádiz, marcho al exilio, a Holanda, primero y después a Alemania, donde conocería a mi madre y se casaría.

Todas estas vivencias forjaron la figura de mi padre, socialista convencido, progresista, hijo de rojo como le llamaron alguna vez, eso sí, en bajito, no solía bajar la cabeza. Esas ideas enculturadas forman hoy parte de mí mismo, también socialista por convicción, eso sí, sin partido político que nos represente, puesto que ampararse en las siglas no es suficiente, no hay programas socialistas, ni políticas socialistas, hoy día la elegante Europa es neoliberal hasta las trancas, sin cabida casi para la gente del pueblo llano. Recuerdo que me decías de niño “por la boca muere el pez”, en mi inocencia no entendía que quería decir, hoy ya lo entiendo, y comprendo la intención de tus palabras, hay que ser cautos, contener la lengua, y a pesar de ser viscerales, en muchas ocasiones, mejor ser fríos, algo que jamás lograste hacer, soltabas lo que el corazón te decía, y a veces, a quién no le iba a gustar el mensaje.
Nunca supiste mirar por tú propio interés, siempre hablabas por los demás y se te olvidaba hablar por ti, en la política y en la vida, el exceso de sentimentalismo, al margen del sentido ñoño del término, no conduce a ningún tipo de lujos, todo lo contrario, atrae a los advenedizos y a los interesados.
Recuerdo que en mi época de pavo absoluto, cuando las greñas ocupaban más de la mitad de mi espalda, y que jamás te gustaron un ápice, puesto que los considerabas de “gentecilla”, me dijiste “ a mi esos pelos no me gustan nada, ahora, como alguien me diga algo de ellos, no dudes que le pongo en su sitio de inmediato”, y estoy convencido que alguna vez, lo tuviste que hacer, con algún representante de la “aristocracia aneuronal villanovense”.
Todos tus consejos fueron buenos para mí, todas tus enseñanzas válidas, tú ejemplo el adecuado, y si, tengo que reconocer que todos los días desde aquel 21 de octubre de 2005, me acuerdo de ti, recuerdo tu voz, y al mirar la foto que mamá tiene en el salón, con el porte serio, como te gustaba posar, puedo ver tu sonrisa, es mi imaginación, pero se que me sonríes. Te hecho de menos papá, y quizás pueda ser con los que vienen detrás igual que lo fuiste tú conmigo y con mi hermano.
Ahora a mis 37 años, y con  más de una década de ausencia, entiendo lo importante que has sido y serás para mí, si, ahora ese “paso corto, vista larga y mala leche” me permiten afirmar con rotundidad, este “cuanta razón tienes viejo”.