En los últimos días he podido disfrutar con la lectura de un clásico imprescindible dentro de la producción histórica contemporánea, me estoy refiriendo a la aclamada "Historia de España" del hispanista francés Pierre Vilar. En un empeño por mantener la forma en esto de conocer los periodos pasados, he decidido leer a los clásicos y entre ellos me he decantado, en primera instancia, por la obra y el autor referidos. He de reconocer que me decanté por Vilar y su obra al conocer que, como dice en la portada de la misma, es un texto "prohibido por la censura franquista", motivo que me animó a sumergirme en sus interesantes páginas.
En primer lugar, he de decir que el empeño del historiador francés me parecía "a priori" muy arriesgado dado que resumir la Historia de España en 177 páginas es una tarea harto difícil que, sin embargo, he podido comprobar, el maestro Vilar consigue con creces. El libro no tiene desperdicio de principio a fin, siendo de fácil lectura, como si de una novela se tratase, a pesar del diverso y profundo tratamiento que hace de los diversos acontecimientos que vertebran nuestra historia patria.
Siguiendo un análisis ordenado, en el mismo prólogo, Vilar nos hace una serie de advertencias, a modo de conclusiones, que son muy interesantes, así por ejemplo nos señala que tiene obras muchos más críticas con el franquismo y que no han sido denunciadas por la censura, de lo que deduce que a las dictaduras, "le hacen más daño las obras breves que las largas", a lo que me atrevo a añadir, que la censura no leyó esas obras de mayor extensión y crítica. En el mismo prólogo, un poco más adelante, sentencia que "la historia es una pieza esencial de la ideología, y por ello debe contarse de una determinada manera", y finaliza argumentando que para estas dictaduras, en relación con la ciencia histórica hay determinados "hechos que deben olvidarse". Con afirmaciones como las que acabo de señalar, en las primeras páginas, entenderán ustedes que me lanzase a leer con sumo interés el resto del libro.
En cuanto al análisis histórico, la obra, hace un recorrido desde la prehistoria hasta el Franquismo, periodo que analiza pormenorizadamente en el último capítulo. Sin embargo hemos de decir que hay una clara tendencia al estudio del mundo contemporáneo en detrimento sobre otros periodos, principalmente la prehistoria que tan sólo son esbozados.
No pretendo aquí seguir el mismo recorrido que hace el autor pero sí mostrar algunas cuestiones que me han llamado la atención, referentes tanto a conceptos y realidades como a sucesos y acontecimientos históricos. En el apartado relativo a conceptos y realidades, he de decir que me ha resultado muy interesante el análisis que se hace en los primeros capítulos sobre el territorio "español" abordando la dicotomía que existe entre una meseta agreste y dura y una España marítima(mediterránea o atlántica) así como insular, cuestiones que se deben conocer para poder comprender las diversas y complejas realidades que hoy día conforman esto que denominamos, de forma muy genérica ,"España". En la misma línea no puedo dejar en el tintero algunos conceptos barajados por el autor, que nos permiten ahondar en la comprensión del tiempo presente, como el de "Península Invertebrada", que hace una clara referencia a la obra de Ortega y Gasset "España Invertebrada", y que a la postre venía a ser una crítica a la triste situación sociopolítica que vivía la España de los años veinte en la que se inserta la obra del filósofo. Siguiendo este argumento podemos referir otros conceptos asociados como el de "particularismo ibérico" en este caso, haciéndonos entroncar con el nacionalismos vasco y catalán, y otros términos, menos conocidos, como el de "profundidades" de René Schwob, que señala el aislamiento y pobreza de nuestro país.
Más allá de los conceptos y realidades, ha sido una obra muy fructífera, en lo relativo a sucesos y acontecimientos históricos referidos, es verdad, que hace una labor de síntesis encomiable, muy difícil de hilar en un periodo de estudio tan amplio, y aún así, el maestro francés es capaz de mostrar acontecimientos que, he de reconocer, no conocía a pesar de dedicarme a la enseñanza de la Historia, aun siendo en un nivel de secundaria, es notablemente meritorio. Para no eternizar esta breve reseña, sólo referiré alguno de estos acontecimientos relatados por Vilar, y que son poco conocidos por el gran público.
En un capítulo que lleva por nombre "los balbuceos del siglo XIX" hace un análisis de los pronunciamientos como forma típica de acceder al poder en el siglo XIX. Pues bien, en un momento determinado el autor señala que, a pesar que los pronunciamientos, no llegan al nivel de virulencia que tendrán los más conocidos golpes de Estado propios del siglo XX, sí son extremadamente sangrientos y terribles para los que se convierten en víctimas de los mismos. Como ejemplo de víctima de un pronunciamiento, en este caso el de los sargentos de la Granja de 1836, señala la figura del general Quesada, quien fue asesinado por una turba encolerizada. El hecho reseñable, no es la muerte de este general, sino el dato que aporta Vilar, referente a que los dedos del desgraciado fueron cortados, y sus asesinos los usaron como cucharillas en el Café Nuevo de Madrid. El general Quesada, no es otro que Vicente Genaro de Quesada, un hombre que tuvo mala suerte, puesto que no logró frenar las embestidas carlistas de Zumalacárregui en Navarra, cayendo en el ostracismo y muriendo por un tumulto encolerizado y sediento de sangre.
En otro capítulo que lleva por título "las Crisis contemporáneas" y cuando analiza la Dictadura de Miguel Primo de Rivera, Vilar, se muestra de nuevo prolífico en el relato de acontecimientos. A colación de los mismos, y charlando con mi compañero, amigo y también profesor de Historia, Manuel Tena, le comenté, sorprendido, que había habido un intento por derribar la dictadura de Primo de Rivera, a lo que me respondió, sí claro, la "sanjuanada", lo que pone de manifiesto que Manute está plenamente en forma, y que yo debo indagar más, pero resulta que el maestro, no se refería al empeño del día de San Juan de 1926, sino a otros tres intentos de golpe contra Primo de Rivera. Pocos meses después de la "sanjuanada" se produjo un levantamiento orquestado en Prats de Molló (Francia), y que buscaba invadir España desde el Rosellón, movimiento liderado por Maciá. Por otro lado hubo otra intentona en enero de 1929, en este caso en Ciudad Real, y que también fracasó, y un último intento, protagonizado por José Sánchez Guerra, líder conservador, que trató desembarcar en Valencia, fracasando y siendo absuelto en tiempos de la denominada "dictablanda" de Berenguer. En un pequeño párrafo, Vilar pone de manifiesto su profuso conocimiento de la historia de España. Es admirable.
Por todo lo dicho anteriormente, y por mucho más, recomiendo la obra de Vilar, que aunque “clásica” y con sus peculiaridades, sobre todo referentes al espacio, es una obra necesaria para todo aquel que quiera tener una visión de conjunto de nuestra Historia. Como pueden observar, finalizo este somero estudio sin hacer mención alguna al último capítulo, donde se aborda el franquismo, porque a pesar de lo que pueda decir la censura, es un capítulo más, que nada difiere del resto de la obra. Una última lección de Vilar, acaba en el último renglón señalando que “afortunadamente la Historia nunca se repite”, a lo que me atrevo a añadir que la historia no se repite, pero los errores humanos sí, por tanto obras como esta nos ayudan a mejorar como Humanidad.