El año "Jumanji" está llegando a su fin y son muchas las cosas que no van bien. Por ello no voy a referir aquí sesudas soluciones a la pandemia sanitaria o a la crisis económica terrible que se nos viene encima, para ello ya están los entendidos en las redes sociales. Sin embargo, si quisiera aportar reflexiones, de sueldo base, eso sí, sobre cuestiones que se podrían remediar sin mucho esfuerzo, tan sólo con un poco de voluntad y sentido común.
En el ámbito político sería más que recomendable un poco de talante, y también de talento, tanto en las formas como en las propuestas, es decir que el continente sea acorde a un contenido propio de representantes del pueblo formados y preocupados por el bien común y no por los diversos y antojadizos intereses partidistas. Por ejemplo, si los representantes extremeños, por no ir más lejos, de los dos grandes partidos nacionales, hubiesen pensado un poco en su tierra, es decir Extremadura, en vez de atender a los dictados de sus respectivos partidos, ésta no estaría, después de cuarenta años de democracia a la cola en todas las listas de desarrollo del propio país.
En la misma línea, sería necesario acabar con buena parte de los cargos de representación política que existen en nuestro país. Como me comentaba un amigo hace tiempo, si uno va desde Badajoz a Madrid, un recorrido de poco más de cuatrocientos kilómetros, debe atravesar cuatro parlamentos con cientos de representantes cada uno de ellos. Entre ambas ciudades se encuentran el Parlamento Regional Extremeño, el Parlamento Regional de Castilla la Mancha, el Parlamento Regional de Madrid y el Parlamento Nacional en la misma capital. No soy amigo de cálculos, pero nos sale a más de un parlamentario por kilómetro. ¡ Qué despropósito!
No puedo obviar, y posiblemente fuese necesario cambiar las leyes, un asunto que barrunto hace tiempo, primero como hombre de izquierdas, que cree entre otras cosas en las ideas universales, y por otro lado como persona con cierto sentido común. Digo yo, no sería posible que los partidos de corte nacionalista, independentista, regionalista o localista, tuviesen sólo representación en sus respectivas circunscripciones. Es decir, qué sentido tiene un partido independentista en el congreso nacional sonsacando las arcas del estado en pro de sus propios intereses, que además son los de irse de ese conjunto al que sonsaca. No lo entiendo, debe ser por eso de creer en ideas universales, como aquellas que hablan de Igualdad o Libertad, y también, muy al caso, de Fraternidad. Me niego a pensar que lo único que podemos hacer como extremeños (aplicable al resto de la España ignorada del interior) es montar partidos regionalistas para intentar negociar en este torbellino de fagocitación estatal. Si cuatro personas nos ponemos a tirar de una manta cada uno por un extremo, lo más normal, o al menos es una posibilidad real, es que la manta se acabe por romper. Sin entrar en ese tema, no comparto la idea de una izquierda nacionalista, creo que hay que ir más allá. Una cosa es la idea de la libre determinación de los pueblos, y otra el circo político actual de nuestro país.
No quiero extender mucho el artículo, pero me gustaría plantear otra cuestión que se sale de los límites de la cordura. No puede ser que se convoquen oposiciones en las que no se resuelvan los procesos. Hay oposiciones que tardan años en resolverse, porque claro está, esas plazas que se convocan, mientras tanto, están ocupadas por interinos, y el que ha hecho el examen, previo pago, lo mismo está aprobado y como no acaban de finalizar el proceso debe seguir estudiando y presentándose a nuevas oposiciones. Este tema es tremendo, porque juegan con la ilusión de la gente, con sus esfuerzos y con su dinero. No cuesta nada acabar un proceso antes de empezar otro, y tampoco es necesario agotar siempre los plazos legales, sería más recomendable contratar gente para hacer frente a todo ese trabajo que la misma administración genera. Dieciséis años como opositor me contemplan, que no es poco.
En este artículo que titulo "sería mucho pedir...", me dejo en el tintero múltiples temáticas que deberían abordarse, tales como la limitación en los mandatos políticos, la limitación en los sueldos políticos, la conformación de una administración más ágil, la adaptación de la Constitución a los tiempos que corren, las redes clientelares, la partitocracia, las ocupaciones...etc, y mil más que ustedes tienen en la cabeza, otra vez será. Buena tarde.