El hecho de ser la región más pobre del país hace que algunas situaciones terribles pasen desapercibidas en el resto del territorio. Bueno, ya sabemos que en España de lo único de lo que se habla es de la esquina nororiental del país, a la que tampoco vamos a dar más bombo aquí, por aquello de no hartar al personal. Como habrá comprobado el ávido lector de lo que quiero hablar, o rajar como me dicen algunos, es de la situación del ferrocarril en Extremadura. Ardua tarea, por cierto.
Ya he mencionado en otras ocasiones que en nuestra comunidad tenemos tramos de vía de los años 20, del pasado siglo, si señores, travesaños y raíles de tiempos del dictador, no Franco, antes aún, Primo de Rivera, don Miguel, que también fuese padre de José Antonio, el chico guapo que fundase Falange, pero eso es otra historia. El caso es que raro es el día en que no hay una avería en el tren que atraviesa la región y llega a Madrid, con el consabido cabreo del personal y el cachondeo generalizando en el resto del solar patrio. La cosa ha llegado a tal punto que incluso el Ministro de Fomento se ha atrevido a montar en el tren y ver si es cierto lo que cuentan, y en Extremadura, siguen como en tiempos de la diligencia o del "pony express" que atrevesase el desierto en tiempos del Far West. La cosa no fue muy mal del todo, y parece ser que el valiente ministro llegó sano y salvo al objetivo, rebajando las quejas sobre dicho medio de transporte y prometiendo mejoras que no creemos que vengan así como así.
Obviar a Extremadura es algo que viene siendo un clásico desde hace siglos, olvidada desde fuera y vilipendiada desde dentro, porque poco hacemos, y me incluyo yo mismo por mejorar la situación de nuestro territorio. Lo de los políticos en Extremadura es un caso, no se ponen de acuerdo ni en el color de la "caca" y se arrojan los trastos unos a otros con cualquier motivo que de rédito electoral a sus propios intereses, dejando de lado el futuro de la región. Había que plantarse en serio, o nos dais un tren digno e igual al del resto de comunidades que vertebran el conjunto nacional o liamos un pollo de miedo. Creo, y es una triste realidad, que siendo mansos poco caso nos van a hacer. No se trata de otra cosa que de ser un poco radicales, por una vez en nuestra historia, y plantarnos, hacer frente al abandono con movilizaciones, cortes de vías o carreteras, que un poco mejor están y hacer ver que no se puede seguir así con nuestra Extremadura. Es cierto que no somos muchos, poco más del millón, pero nuestro territorio es grande, y con gran riqueza natural, por cierto nada contaminada, de no ser por centrales nucleares que dan energía a otros territorios, porque aquí no gastamos ni para un cuarto de central.
Uno se cansa de ser el culo de Europa ante la complicidad de todo el estado español, me río yo de los que dicen que "España nos roba", coño a nosotros si que nos están robando, el futuro, la posibilidad de ser una comunidad atractiva, de progreso, no la cantinela de siempre, una región pobre, de interior, sin infraestructuras, y eso..mansos.No podemos dejar de protestar con todas nuestras fuerzas, de la mejor manera que podamos, eso sí, unidos, dejando las pugnas por las migajas de lo que no quieren en España y reclamando progreso. Eso me temo que pasa por algo más que por poner una charanga en Madrid y pasear cada dos años con la bandera extremeña, silenciados, consiguiendo medio minuto en el telediario nacional. El pasado 8 de septiembre, me quede de piedra viendo en Canal Extremadura el programa con motivo del día de la región, del día de Extremadura. En la pequeña pantalla sacaban el acto que se celebró en Guadalupe, y sinceramente, me dieron ganas de vomitar. ¡Que barbaridad! pensé, pero de qué están hablando estos tíos, pues si, hablaban de los sesenta trajes que tiene la virgen, y del bordado de los mismos. Todos los alcaldes de la región en el monasterio, los presidentes de las diputaciones, el presidente de la Junta de Extremadura, buena parte de la rancia curia, arrimados, fieles y peregrinos, allí concurridos, y ...en la tele, hablando de la virgen de Guadalupe y sus trajes, pero que vergüenza, de verdad. No podíamos haber hecho algo reclamando un tren digno, celebrando el día en Madrid, y dando un poquito de espectáculo, para simplemente transmitir que no estamos muertos, que existimos. Que salió del día de la región, pues que dependemos de la diócesis de Toledo, ni para eso existimos, y nuestros representantes se sacaron un viaje a Roma para hablar con el Papa, y solventar dicha afrenta, que ojo, no digo que no lo sea, pero me temo que no es prioritaria en comparación con lo que estamos hablando. Cuídate de los mansos.
Pues nada, poco más que decir, insistir en lo dicho hasta ahora, no podemos dejar de pelear, la pugna debe ser seria, comprometida, con algo de ruido, y no cejar en el empeño, no olviden, queridos lectores, que a lo largo de la historia, nadie cede nada, las cosas se consiguen a lo bruto, eso si, con cierto tiento, o como dijera el maquiavélico Bisrmack, golpear con puño de hierro y guante de seda, pero, en fin, señores golpear... El tren de los abandonados llegará a Madrid, parece ser, el día 18 de noviembre, allí estaremos, por Extremadura, por todos nosotros. Que tengan un buen día.